3.6.08

Redefiniendo los comentarios

Parece que desde el Blog de Pablo Mancini se está intentando acabar con los comentarios en las bitácoras. Aquellos que eran sinónimos de la interactivad en los medios digitales, ahora parecen ser un lugar que no conduce a nada. En su lugar se propone abrir el propio medio.

Ya sucedió el viernes pasado cuando Natalia Suazo bregó desde el blog número 14 del ranking argentino de Alianzo, a que los lectores a no comenten, sino a publicarlo en un blog propio. Ahora, Julián Paredes pregona lo mismo a través de la bitácora de Mancini.

Tal vez en términos más ácidos infiere que el blog sólo "engordan" al que escribe y no propone lo que en un primer momento se consideró que, los comentarios permitían un dialogo entre escritor-lector. Paredes dibuja un esquema asimétrico, donde el autor es quien tiene el "micrófono" y quien comenta lo hace por casualidad.

Además, toca un ítem sensible y real del mundo blogueril: la transparencia. Según esboza, los comentario otorgan ese don a las entradas, sin embargo -apunta con certeza- que esa transparencia se derrumba en el momento en que se implementó el filtro de comentarios.

Si bien el filtro nació contra la publicidad que oportunistas publicaban en nuestras bitácoras, puede utilizarse para eliminar aquellos comentarios contrarios al pensamiento del escritor. Cosa que no ocurre con asiduidad y hay muchos ejemplos en la blogesfera para cotejarlo.

Sin embargo, estas dos voces publicadas en el Blog de Pablo Mancini ofrecen una mirada interesante sobre la función del comentario. Quizá sólo refiere a una relación cercana entre escritor y "comentador", o a un diálogo íntimo que desencaja en lo público de la bitácora.

También encuentra un atisbo de egocentrismo tanto para el autor que se siente comentado, como para el "lector-comentador" que participa y se siente parte, siempre y cuando el autor haga lugar a su comentario.
Porque este es otro de los aspectos negativos del comentario: hasta que punto quien escribe un bitácora entabla un diálogo con quienes comentan.

A veces resulta sencillo porque los comentarios son escasos. Pero cuando el número se extiende por cientos ¿cómo hacer para responderlos a todos? Tal vez, a partir de esta nueva mirada sobre los comentarios, habría que buscar cuándo realmente son útiles. Y los son cuando aportan mayor información al tema que la entrada propone.

Sendos artículos instan a los comentadores a transformarse en autores, a que expresen esas ideas en su propia bitácora. Pero en el universo en expansión que es Internet puede resultar difícil encontrar a aquellos que piensan similares. Allí, el comentario puede ser el eslabón que una la cadena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

También se lo puede leer desde otro lado: "no más comentarios, ahora sólo permito que me enlacen porque mi blog cada vez es menos relevante y necesito tener más Pagerank".

Luciano Mucelli dijo...

Es cierto, pero, en el supuesto de que un blog no es relevante, no tendría ni comentarios, ni links. El comentario que aporte sigue siendo importante y la referencia a través del vínculo también, si se enlaza un contenido interesante.