La semana pasada observamos que algunas bitácoras volvieron a analizar la manera en que se escribe en este tipo de medios. Desde los estilístico hasta lo ortográfico, se pone en tela de juicio si es necesario tener una buena prosapia para expresarse a través de un Weblog. Licencia para muchas, pero necesidad para los periodistas que carecen de editores en un medio unipersonal como lo es el blog.
Puntualmente, PuntoGeek y Ciberprensa fueron los medios que trajeron nuevamente la relación escritura-blogs a escena. Por su parte, PuntoGeek se refirió a la ortografía como punto de análisis y brida una guía de los Horrores ortográficos más comunes, creada por el Alquimista de Diseño.
Por otro lado, Ciberprensa se refiere más a lo estilístico. Empuja a escribir a pesar de una mala narración puesto que, en la Red, no se analiza si es lindo o feo, sino existe información, ideas y creatividad. Este blog, brega por un espacio de expresión, reflexión y difusión de ideas, más que un espacio literario.
Obviamente, las necesidades de una buena escritura se relacionan con el objetivo de un blog. Una bitácora literaria no puede carecer de una refinada prosa. Lo mismo ocurre con los blogs periodísticos que pretenden ser profesionales.
Es sabido que para ser periodista no es necesario tener una escritura excelente. Sólo la capacidad de armar oraciones coherentes, párrafos entendibles y sobre todo que contengan información precisa. Pero consideramos que hay que tener una buena escritura al fin, donde los errores de ortografía van en detrimento de la credibilidad del periodista.
Alguna vez analizamos este tópico. Mucho de los errores de ortografía, escritura y de mecanografía (léase problemas con el teclado) subsisten en un texto definitivo porque, en un medio unipersonal como las bitácoras, no existe la figura del editor. O el editor es uno mismo, cosa no recomendable.
Pero a diferencia del periódico de papel, el periodismo online cuenta con la ventaja de que puede ser editado y republicado. Los bloguers que no viven de su espacio no cuentan con el tiempo de autoleerse y editar lo que escribieron, entonces allí cuentan con el apoyo de algún colega que lee su bitácora y aporta correcciones, o también de los propios lectores que dejan la salvedad en un comentario.
La utopía sería tener un editor. Si el medio es unipersonal, la segunda opción sería tener tiempo para leer lo que se publica. Sino, apelar a que los lectores oficien como tales.
Puntualmente, PuntoGeek y Ciberprensa fueron los medios que trajeron nuevamente la relación escritura-blogs a escena. Por su parte, PuntoGeek se refirió a la ortografía como punto de análisis y brida una guía de los Horrores ortográficos más comunes, creada por el Alquimista de Diseño.
Por otro lado, Ciberprensa se refiere más a lo estilístico. Empuja a escribir a pesar de una mala narración puesto que, en la Red, no se analiza si es lindo o feo, sino existe información, ideas y creatividad. Este blog, brega por un espacio de expresión, reflexión y difusión de ideas, más que un espacio literario.
Obviamente, las necesidades de una buena escritura se relacionan con el objetivo de un blog. Una bitácora literaria no puede carecer de una refinada prosa. Lo mismo ocurre con los blogs periodísticos que pretenden ser profesionales.
Es sabido que para ser periodista no es necesario tener una escritura excelente. Sólo la capacidad de armar oraciones coherentes, párrafos entendibles y sobre todo que contengan información precisa. Pero consideramos que hay que tener una buena escritura al fin, donde los errores de ortografía van en detrimento de la credibilidad del periodista.
Alguna vez analizamos este tópico. Mucho de los errores de ortografía, escritura y de mecanografía (léase problemas con el teclado) subsisten en un texto definitivo porque, en un medio unipersonal como las bitácoras, no existe la figura del editor. O el editor es uno mismo, cosa no recomendable.
Pero a diferencia del periódico de papel, el periodismo online cuenta con la ventaja de que puede ser editado y republicado. Los bloguers que no viven de su espacio no cuentan con el tiempo de autoleerse y editar lo que escribieron, entonces allí cuentan con el apoyo de algún colega que lee su bitácora y aporta correcciones, o también de los propios lectores que dejan la salvedad en un comentario.
La utopía sería tener un editor. Si el medio es unipersonal, la segunda opción sería tener tiempo para leer lo que se publica. Sino, apelar a que los lectores oficien como tales.
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