2.5.08

Dejar o no dejar morir un blog

Hace casi una semana que PriXmA no tenía publicaciones y eso tienta a la propia desaparición de la bitácora. No nos obsesionamos por nuestros visitantes pero, cuando situaciones así suceden, los lectores disminuyen. Y no es casual que Punto Geek, un blog que nosotros chequeamos por las herramientas que descubre, haya reflexionado sobre cómo detectar el ocaso de una bitácora. Un pensamiento con múltiples factores que podemos sumar.

Juan Gabriel, autor de Punto Geek, reflexiona sobre ¿Cuándo es hora de abandonar un blog? y publica cuatro síntomas a tener en cuenta: cuando un blog no cumple las expectativas, cuando el escribir se vuelve una obligación, cuando las entradas se vuelven malas, cuando no hay qué postear.

Estos ítems son válidos pero, cuando esto sucede, el autor no abandona la bitácora, sino que se va quedando sola y perdida en el éter de la Red, como lo señalábamos al comienzo. Igualmente, desde la perspectiva periodística que queremos brindarle a una bitácoras hay ciertas máximas que no podemos dejar de lado.

Si nuestro objeto es que nuestro weblog sea un modus vivendi, como siempre lo pregonamos desde aquí ante la atomización de los medios periodísticos, siempre debemos publicar algo. Eso sucede porque, justamente, el blog se vuelve un trabajo y como tal hay que hacerlo. Un diario, una radio o un canal de televisión, no dejan espacios vacíos cuando no hay que publicar. Por eso se debe diferenciar si uno hace bitácoras por placer o como alternativa para paliar la crisis laboral de una profesión.

Cuando uno realiza esta tarea por placer u otro motivo que no sea el comercial, pueden aparecer estos síntomas, aunque, debemos sumar, también tenemos que destacar el factor tiempo. La frase "el tiempo es dinero", es tan antigua como el lenguaje mismo, y cuando nuestra bitácora no representa un ingreso queda en segundo plano, detrás de nuestra tarea cotidiana remunerada.

Esto es propio de este tipo de espacios. Para muchos es mucho más importante y placentero dedicarle unos minutos al pensar una líneas para publicar. Material hay de sobra porque la Web está en la cresta de la ola. Pero a veces la rutina nos supera.

Mientras sea una tarea placentera, hay que intentar que el blog no se pierda. Ahora, cuando ya es una fuente de ingreso, debemos bregar porque no falten entradas.

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