Parece que el ciclo vital de los blogs está predestinado. Así como la naturaleza equilibra la población humana, esa cualidad -la de ser sujetos de deseo- hace que las bitácoras también tengan un ciclo natural. Así lo expresa Fernanda Rubio en El Mirador, narrando los cinco estadios por los que pasa un bloguer, que terminan indefectiblemente con el cierre del weblog. Pareciera que los hombres queremos subirnos a la ola del blog pero la masividad de bitácora vuelven al nuestro lo mismo que representamos en el universo: efímeros y diminutos. Desde aquí bregamos por la continuidad ya que creemos que, en el campo periodístico, los blogs pueden devenir en una alternativa laboral. Pero también sirve para preguntarse: ¿en qué etapa estamos?
13.8.07
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