Infobae.com dio a conocer que el diario belga De Tijd realiza pruebas de lo que se configura como el primer periódico electrónico. También, The New York Times tiene previsto lanzar unos 300 dispositivos, al igual que el Heral Tribune. Estos aparatos funcionan con una tecnología ultra desarrollada, pero su actualización constante vía Wi Fi los convierte en un espacio ideal para el ritmo de actualización de noticias que sólo tienen los blogers.
Según describe el artículo, estos aparatos serán más pequeños que un libro y tendrán una “pantalla digital de baja potencia provistas de “tinta digital”, o sea, millones de cápsulas microscópicas del tamaño de un cabello humano con material orgánico, que despliega luz o imágenes en respuesta a cargas eléctricas”.
Lo relevante de este incipiente diario electrónico es que se actualizará constantemente vía Internet, ya sea inalámbrica o por cable. Eso convierte a los periodistas que mantienen sus bitácoras a diario los escritores ideales para los futuros periódicos. Porque en esa circunstancia ya no existirá el procesos de producción de la noticia como sucede en un periódico. No habrá que esperar la hora de cierre, no habrá que configurar las páginas para enviarlas a la imprenta, y cada vez que ocurra un acontecimiento después del cierre no tendremos que gritar “paren las rotativas”.
Ahora solamente habrá que escribir. Tal vez un editor releerá la información para verificar si responde al estilo de cada periódico, si concuerda con su ideología, si no tiene errores de formato y si la información está completa. Pero una vez que una crónica esté cerrada directamente será enviada a los ojos del lector.
Según describe el artículo, estos aparatos serán más pequeños que un libro y tendrán una “pantalla digital de baja potencia provistas de “tinta digital”, o sea, millones de cápsulas microscópicas del tamaño de un cabello humano con material orgánico, que despliega luz o imágenes en respuesta a cargas eléctricas”.
Lo relevante de este incipiente diario electrónico es que se actualizará constantemente vía Internet, ya sea inalámbrica o por cable. Eso convierte a los periodistas que mantienen sus bitácoras a diario los escritores ideales para los futuros periódicos. Porque en esa circunstancia ya no existirá el procesos de producción de la noticia como sucede en un periódico. No habrá que esperar la hora de cierre, no habrá que configurar las páginas para enviarlas a la imprenta, y cada vez que ocurra un acontecimiento después del cierre no tendremos que gritar “paren las rotativas”.
Ahora solamente habrá que escribir. Tal vez un editor releerá la información para verificar si responde al estilo de cada periódico, si concuerda con su ideología, si no tiene errores de formato y si la información está completa. Pero una vez que una crónica esté cerrada directamente será enviada a los ojos del lector.
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